cuando me di cuenta: Mamá solo tenía 11 uvas en su plato. Corrí a la cocina, abrí la nevera y revolví entre las bolsas del cajón. Para mi desesperación solo había un racimo entre los extraños alimentos que las colmaban, así que también cogí un limón, lo pelé, y volví

Entonces seré yo quien necesite un amigo imaginario! Gritó mi padre cuando mamá me besó, arrastró sus maletas y cerró la puerta de casa con un golpe seco. De recuerdo dejó una nube de polvo, un abrumador silencio y un montón de preguntas en mi cabeza. Después de muchos años

como no podía ser de otra manera. A eso se había acostumbrado desde el día en que por un fatal despiste, levantó su mano derecha cuando tocaba levantar la izquierda y su dueño descubrió que él también tenía vida. No era una simple imagen sobre una luna brillante: Era la

Dándole vueltas al último contrato firmado con Juan el arrendatario, para asegurarme antes del juicio de que todo estaba de mi parte, fijé la mirada en una huella rojiza que emborronaba la firma de papá y entonces lo vi todo claro. Su muerte no fue consecuencia de un infarto cuando